Crecen las reacciones sobre las limitaciones que tendría la web sin la garantía de neutralidad, abatida a fines del año pasado por la mayoría republicana en el Congreso estadounidense.

El gigante de las telecomunicaciones AT&T pidió al Congreso estadounidense que elabore una regulación que proteja la neutralidad de la red, el principio que garantizaba internet como un servicio público y que fue abolido a final de 2017, y hasta una cadena de hamburguesas se sumó al debate.

“Se necesita la acción del Congreso para establecer una ‘propuesta de derechos de internet’ que se aplique a todas las compañías de la red y garantice la neutralidad, transparencia, acceso, la no discriminación y la protección de la privacidad para todos los usuarios”, afirmó Randall Stephenson, director de la compañía de comunicaciones en un anuncio publicado en simultáneo en distintos diarios de Estados Unidos.

El pasado 14 de diciembre, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) hizo valer la mayoría republicana en ese organismo para suprimir la regulación aprobada en 2015 bajo el gobierno de Barack Obama.

Este movimiento de abolición del principio que garantizaba el acceso en igualdad de condiciones a una internet abierta conlleva que las empresas proveedoras del servicio puedan bloquear páginas web, sin importar cuál sea el contenido, con el único requisito de hacerlo público, y favorecer a unas frente a otras, lo que podría suponer una revolución del modelo de negocio, consignó EFE.

El acceso a medios de comunicación, plataformas de video como Netflix o simplemente webs de ideologías opuestas podría ser bloqueado o ralentizado tras la aprobación de la nueva norma.

La reacción de AT&T se enmarca en un contexto en el que el estado de Montana elaboró una regulación para imponer la neutralidad, 22 estados demandaron a la FCC y pedido el restablecimiento de la norma previa y los demócratas en el Senado intentan forzar un voto en el Congreso con el mismo objetivo.

Oposición

La oposición demócrata, numerosas fiscalías generales estatales, asociaciones defensoras de los derechos civiles, empresas proveedoras de contenido en la red y hasta algunas voces republicanas conforman el grupo de aquellos que se oponen a la nueva norma, bautizada por los conservadores como “la restauración de la libertad de internet”.

Al debate se sumó un protagonista inesperado: la cadena multinacional de hamburguesas Burger King.

En un video publicado durante la semana, la cadena de fast food detalló a través de su hamburguesa Whopper lo que para la empresa significa el fin de la neutralidad de la red.

Allí se ve a clientes que llegan al establecimiento y tienen que esperar mucho tiempo para recibir su comida, a no ser que paguen un extra para obtenerla rápidamente.

“Burger King cree que pueden vender más y ganar más dinero vendiendo sándwiches de pollo y nuggets de pollo, por lo que ahora están frenando el acceso a Whopper”, dice uno de los empleados en el video.

El conflicto con el Whopper se podría comparar con algunas prácticas de los proveedores de internet, los cuales intentan dirigir en algunas ocasiones a sus clientes al contenido más caro y que les hace ganar mas dinero, analizó Hipertextual.

Este es uno de los peligros de la neutralidad de la red: que estas compañías ralenticen o bloqueen el contenido más barato para favorecer el más caro; o que Burger King entregue más rápido los productos más caros y se tarde en los clásicos baratos como el Whopper.