La meta del Gobierno brasileño es contar con tres satélites geoestacionarios.
Brasil, que en mayo pasado colocó en órbita su primer satélite geoestacionario, ya inició las gestiones para adjudicarse una nueva posición orbital para otro satélite similar que pretende lanzar en 2022, informaron hoy fuentes oficiales.
El primer paso para iniciar las negociaciones internacionales para gestionar la nueva posición orbital fue la entrega a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de los documentos referentes al nuevo componente del llamado Sistema de Comunicaciones Militares por Satélite de Brasil, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
“La entrega permite que sean iniciados los trámites ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones para garantizar una posición orbital para el segundo Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas de Brasil“, según la nota del Ministerio.
El subjefe de Comando y Control del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Gláucio Lucas Alves, explicó que la documentación entregada contiene todas las características técnicas de la carga útil militar con que será equipado el nuevo satélite.
“Se trata del marco inicial de la trayectoria que culminará con el lanzamiento del segundo satélite geoestacionario brasileño”, afirmó el oficial.
El 4 de mayo pasado fue lanzado desde la Guayana Francesa y a bordo de un cohete de la empresa Arianespace el primer satélite geoestacionario para comunicaciones militares y civiles operado exclusivamente por Brasil.
El aparato, que tuvo un costo de 2.700 millones de reales (unos 850 millones de dólares), cuenta con una banda (la X) destinada a garantizar las comunicaciones estratégicas del Ministerio de Defensa y otra (la K) para permitir el acceso a internet por banda ancha en las regiones más aisladas y de difícil acceso del país.
El satélite, con 5,8 toneladas de peso, 5 metros de altura y una vida útil de 18 años, orbita a 36.000 kilómetros de la Tierra y cubre todo el territorio brasileño y parte del océano Atlántico.
La transferencia de tecnología acordada con los fabricantes del satélite, la francesa Thales Alenia Space, permite que Brasil pueda producir ahora sus propios satélites geoestacionarios, además de los satélites de vigilancia terrestre y de comunicaciones que ya fabrica y opera.
El segundo satélite geoestacionario, que Brasil planea colocar en órbita en 2022, contará con una banda (la X) para ofrecer comunicaciones en el país y con otra (la K) para garantizar acceso a internet en banda ancha en operaciones militares.