Estados Unidos optó por dejar de lado la iniciativa de neutralidad de red mientras Europa la ha mantenido y promovido como un valor central

En los últimos meses se ha generado polémica en torno a la llamada “neutralidad de la red”, en la cual han participado representantes de países de todo el planeta, pero ha sido protagonizada por Estados Unidos que decidió eliminar, a finales de 2017, las normas que garantizaban este principio en el país, previamente establecidas por la administración de Barack Obama.

Pero… ¿de qué se trata esta regulación?

La neutralidad de la red es un principio por el cual los proveedores de servicios de Internet deben tratar todo el tráfico de datos por igual, sin discriminarlo o cobrar al usuario de manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación, tipo de equipamiento utilizado para el acceso o modo de comunicación.

En otras palabras, con esta regulación los operadores que proveen el servicio de Internet como Verizon, AT&T, T-Mobile o Comcast, entre otros, no pueden dar preferencia a ciertos servicios ni obligar a los usuarios o a las compañías de Internet a realizar un pago extra para obtener un trato preferencial.

La discusión inició en 2008, cuando la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) sancionó a Comcast por retrasar las transferencias de datos de sus usuarios.

Enfoque estadounidense

En febrero de 2015, durante la administración de Tom Wheeler como presidente del regulador de las comunicaciones estadounidense (FCC, por sus siglas en inglés), se suscribieron las reglas para la neutralidad de la red en el Título II del Acta de Comunicaciones de 1934.

Se adoptó la ley de neutralidad con base en una nueva definición de banda ancha que permitía al gobierno regular la infraestructura de Internet de la misma forma en que se regula la red telefónica. La FCC redefinió el “servicio de acceso de banda ancha” como un “servicio de telecomunicaciones” y la “banda ancha móvil” como un “servicio móvil comercial”.

 La neutralidad de red se instauró en la administración del ex-presidente Barack Obama

Con ello, la autoridad estaba obligada a regular el acceso y el servicio. También prohibió bloquear contenidos, aplicaciones y servicios; no perjudicar ni degradar el tráfico y no priorizar o favorecer el tráfico y los servicios de los afiliados de los proveedores de Internet.

Al reclasificar la banda ancha en el Título II, cambió radicalmente la manera como se regula Internet y concedió a la FCC una autoridad sin precedentes sobre la red.

Obviamente, los proveedores de Internet se manifestaron en contra. Señalaron que esa regulación era anticuada y perjudicaría la inversión e innovación. Los proveedores de banda ancha argumentaron que ellos realizan las inversiones millonarias, despliegan las redes y soportan la carga regulatoria para proveer el acceso y el servicio.

 Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos

¿Cómo quedó la regulación en EUA?

Tras eliminar las normas del Título II del Acta de Comunicaciones, la FCC ya no va a regular directamente a los proveedores de servicios de Internet, ahora la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) es la autoridad responsable de proteger a los consumidores de prácticas anticompetitivas de los operadores.

La FTC deberá verificar que las compañías informen de manera transparente si bloquean ciertos contenidos, ralentizan o dan prioridad en lugar de evitar esos comportamientos. Por su parte, los proveedores de Internet deben divulgar sus acuerdos con otras empresas, incluido bloqueos o priorización pagada.

Esta decisión de la Unión Americana ha desatado una enorme discusión a nivel local y mundial. Compañías tecnológicas y activistas se han manifestado en contra de la derogación de las normas de neutralidad; exigen defender el Internet abierto.

Enfoque europeo

La Unión Europea (UE) ha manifestado su apoyo total a las normas encargadas de regular la neutralidad. Después de la decisión de EUA, la UE emitió un comunicado donde señala que la neutralidad de la red “es un valor central” y que seguirá implementando las normas para procurar una Internet abierta e independiente.

Incluso el Parlamento Europeo envió una carta a los miembros del Congreso de Estados Unidos que advertía sobre la derogación de la legislación de neutralidad de la red como un peligro para los principios de acceso a la información libre y la competencia leal.

Fue en 2014 cuando el Parlamento Europeo votó a favor de la neutralidad en la red. Los principios básicos señalan que las compañías que ofrecen acceso a Internet deberán tratar todo el tráfico de manera equitativa, no podrán bloquear o ralentizar deliberadamente la descarga o subida de contenidos, las aplicaciones o servicios de operadores o receptores concretos, excepto en caso de orden judicial.

Sin embargo, las empresas podrán ofrecer “condiciones especiales” (como una calidad de Internet mejorada para algunos servicios) sólo bajo la condición de que no repercuta en la calidad general. Los proveedores de acceso a Internet no pueden gestionar el tráfico en sus redes para favorecer ciertos servicios.

Tampoco se permite priorizar ciertos servicios por una supuesta congestión en sus redes. Entre las restricciones se encuentran ofrecer un acceso privilegiado a “servicios especializados“, es decir, aplicaciones sobre Internet.

En 2016, el Berec (Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas) aprobó las reglas para una aplicación armonizada de la neutralidad de la red. “Todo el tráfico que circula por una red es tratado de forma igual, independientemente del contenido, la aplicación, el servicio, el dispositivo o la dirección del que lo envía o lo recibe”, publicó el Berec en un post.

Las Directrices de neutralidad de la red previstas en el artículo 5.3 del Reglamento 2120/2015 de la Unión Europa abordan el zero rating, la prohibición de prácticas comerciales que no permitan a los usuarios acceder a todas las páginas web y el principio de transparencia.

 

 El Parlamento Europeo cree que la neutralidad de red es esencial para un internet abierto e independiente

Algunos países que conforman la Unión Europea también enfrentan este tema de manera local.

En 2012, Holanda aprobó la norma de neutralidad de la red que prohíbe a los operadores móviles bloquear o cobrar a los consumidores una tarifa extra por el uso de servicios determinados.

No obstante, en 2017 el ministro holandés de Asuntos Económicos, Henk Kamp, anunció la eliminación de la interpretación estricta de la neutralidad de la red de la Ley de Telecomunicaciones después de que fue declarada nula por un tribunal de Rotterdam.

En Alemania, Vodafone encendió el debate sobre la neutralidad cuando anunció que sus clientes de planes Red o Young podrían agregar un pase de datos ilimitados (zero rating) para usar ciertas aplicaciones de chat, redes sociales, música o video.

La Agencia Federal de Redes de Alemania indicó que examinará si las nuevas tarifas zero rating de Vodafone violan la neutralidad de la red para decidir si, o en qué casos, los ajustes son necesarios.

Chile, un caso primordial

El país latinoamericano pasó a la historia por ser el primero en el mundo en introducir la neutralidad en la red en su legislación.

En julio de 2010, el Congreso Nacional de Chile aprobó con 99 votos a favor, cero en contra y sola una abstención el Proyecto de Ley de Neutralidad de Red y en agosto del mismo año se hizo oficial la ley Nº 20.453 que “consagra el principio de neutralidad de red para los consumidores y usuarios de Internet”.

El gobierno chileno se unió a las iniciativas a favor de la neutralidad de red

La ley de Chile establece que los ISP “no podrán arbitrariamente bloquear, interferir, discriminar, entorpecer ni restringir el derecho de cualquier usuario de Internet para utilizar, enviar, recibir u ofrecer cualquier contenido, aplicación o servicio legal a través de Internet, así como cualquier otro tipo de actividad o uso legal realizado a través de la red”.

La legislación chilena fue más allá de la administración del tráfico de Internet porque los ISP deberán cuidar la privacidad de los usuarios, proporcionar protección contra virus y la seguridad de la red. También están obligados a ofrecer controles parentales y a publicar en su sitio web toda la información relativa a las características del acceso a Internet. El regulador sectorial en Chile, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), tiene facultades sancionatorias en materias de neutralidad de la red.

Otros países de América Latina también se han manifestado a favor de la neutralidad de la red.

En 2014 Brasil aprobó el Marco Civil de Internet que recoge como principio la neutralidad de la red.

Las compañías no podrán limitar el acceso de los usuarios a determinados contenidos o cobrar precios diferentes para cada tipo de servicio. El proveedor deberá mantener registros de conexión, en secreto, por el plazo mínimo de un año y los pondrá a disposición de las autoridades previa orden judicial.

En Perú, el reglamento de neutralidad de red que fija las reglas para promociones y accesos a servicios de Internet fijo y móvil entró en vigencia a partir del 1 de enero del 2017.

La legislación prohíbe a los proveedores de Internet bloquear el acceso a direcciones web, aplicaciones, contenidos o servicios a los usuarios; diseñar planes u ofertas comerciales que den un trato diferenciado; ni establecer prioridades en el tráfico para las web o aplicaciones de sus socios.

En Colombia, el director Ejecutivo y comisionado experto de la Comisión de Regulación de Comunicaciones, Germán Arias, opinó sobre la decisión de Estados Unidos de eliminar las reglas y aseguró que no afecta al país porque “en Colombia existe la resolución 3502 de 2011 que prohíbe cualquier gestión de tráfico, y mientras exista, el principio de neutralidad de red se mantendrá”.

Brasil, Perú y Colombia también han retomado el concepto de neutralidad de red

La discusión sobre la neutralidad de la red sigue latente en todo el mundo. Los partidarios más radicales de la neutralidad suelen apelar a argumentos vinculados con la libertad de expresión y principios de no discriminación ante la posibilidad de que los proveedores de contenido se asocien con los operadores de telecomunicaciones, mientras que los críticos aseguran que las normas perjudican la inversión en infraestructura para satisfacer la creciente necesidad de consumo de datos.

Se trata de un tema relevante para el panorama económico, político y tecnológico. El caso de Estados Unidos es esencial para entender la discusión; por un lado, se encuentran los demócratas, las empresas de Internet y los activistas que buscan la regulación para una Internet abierta; por el otro lado, se hallan los republicanos y las empresas proveedoras de Internet que prefieren la desregulación, transparencia y fuerzas del mercado para alcanzar el mismo objetivo: libertad, innovación e inversión.

Lo cierto es que el modelo en Estados Unidos no es el único y el debate sobre la neutralidad de la red en Internet es una continuación entre la histórica discusión sobre cómo queremos que sea la comunicación y las tecnologías de la información: abiertas o cerradas.

Medio: Arena Pública

https://arenapublica.com/articulo/2018/02/12/9648/neutralidad-red-diferencias-regulaciones-estados-unidos-union-europea