Medio: El Cronista
Reportero: MARÍA GABRIELA ENSINCK

El demorado tercer satélite de comunicaciones argentino será finalmente construído pero no (totalmente) bajo la órbita de la estatal Arsat. Una nueva empresa, llamado “Newco”, compuesta en un 49% por Arsat y un 51% por la estadounidense Hughes, será la encargada de fabricar y operar el Arsat III, según una carta de intención que ambas compañías firmaron el 29 de junio, y que pese a que la Ley Nacional de Desarrollo Satelital así lo indica no pasó por la revisión del Congreso.

Según los términos del acuerdo, Newco “tendrá por objeto proveer el servicio de Banda Ka”, para el desarrollo de Internet satelital de banda ancha a través de la construcción del satélite Arsat 3. Para este fin, la estatal Arsat aportará u$s 230 millones (que era el monto que estaba previsto que cueste el nuevo satélite), y Hughes u$s 50 millones.

La firma con sede en Maryland, Estados Unidos, es una de las líderes mundiales en servicios de comunicaciones satelitales y defensa, con más de 20 satélites en operación y un millón de clientes entre norteamérica y Brasil.

Arsat aportará una de sus posiciones orbitales y “las partes acordarán dónde se ubicará el satélite”. En tanto, Newco proveerá de manera exclusiva los sistemas de recepción, decodificadores y todo equipo de tierra y banda ancha, mientras que Arsat hará lo propio con los servicios de fibra óptica y Data Center.

 La construcción del Arsat 3 seguirá en manos de Invap, la compañía rionegrina que ensambló el Arsat 1 y 2 junto a una red de pymes, aunque el acuerdo no especifica si los futuros satélites (el plan de desarrollo satelital preveía el lanzamiento de ocho para 2035) también serán producidos localmente. En tanto, “los insumos no susceptibles de ser provistos nacionalmente, serán importados desde las empresas Thales y Airbus”.

Trascendidos los términos del pre acuerdo, éste fue criticado por desconocer la Ley 27.078 de Desarrollo Satelital que establece en su artículo 8´ la prohibición de “transferencia y/o cualquier otro acto que limite, altere, suprima o modifique su destino, titularidad, dominio o naturaleza, o sus frutos o el destino de los mismos, sin previa autorización del Honorable Congreso…”

Para el físico Jorge Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y ex Subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia, otro de los puntos críticos del acuerdo es la posibilidad de que Hughes, con mayoría en la nueva empresa, decida la posición orbital, que es un bien escaso y estratégico, y el origen de los componentes y equipamiento. Aquí hay dos modelos en pugna: el de la Arsat original, que tenía como fin desarrollar capacidades y una industria satelital, y el de la nueva empresa mixta, que proveerá servicios satelitales más baratos”.

En tanto, el directorio de Arsat (que con la desaparición del ministerio de Comunicaciones quedó bajo la órbita de Modernización), se limitaron a enviar un comunicado aclarando que “la carta de intención firmada con Hughes no prevé, bajo ninguna circunstancia la privatización de Arsat”.

“Se trata dice el comunicado de una herramienta usual en la industria de Telecomunicaciones, cuya finalidad es establecer lineamientos para una colaboración, en el caso de que las partes celebren un acuerdo definitivo”. El texto también aclara que “las órbitas que ocupará el satélite serán del Estado nacional y será fabricado por Invap”, y cierra con un párrafo curioso dada la inversión de u$s 230 millones ya comprometida por Arsat: “Nuestras misiones satelitales no pueden seguir financiándose con impuestos a los argentinos, por eso Arsat 3 busca viabilizarse con aportes privados”.

Leer nota original:
https://www.cronista.com/negocios/Arsat-y-la-estadounidense-Hughes-crearan-una-nueva-empresa-para-construir-el-tercer-satelite-argentino-20170718-0046.html