2018 pasará a la historia de las telecomunicaciones por ser el año en el que se comenzará a subastar las frecuencias de 5G.
El inicio de las licitaciones de banda ancha 5G está a la vuelta de la esquina, tan cerca como el próximo febrero. El Gobierno tiene claro que ha llegado el momento de poner en el mercado un espectro que ayudará a los operadores de telecomunicaciones a probar las prestaciones de una super banda ancha móvil que formará parte de la vida de los españoles y europeos a partir de 2020.
Se trata de 200 MHz de las frecuencias de las bandas de 3,5 GHz (3,6-3,8 GHz) así como 40 MHz de la banda de 1,5 GHz. Con ellas, los futuros adjudicatarios podrán desarrollar servicios para ciudades inteligentes, además de conectar los semáforos con el resto del ecosistema digital de la ciudad o dotará de inteligencia a los contadores automáticos, junto con infinidad de objetos conectados. Al tratarse de bandas altas de frecuencias, las velocidades de descarga de 20 Gbps dispondrán de un escaso alcance, únicamente útil en edificios de oficinas o en enclaves de altísima demanda de conectividad, como sucede en los estadios, por ejemplo.
Que nadie piense que el 5G está diseñado para navegar a velocidades supersónicas a través del móvil o la tableta -que también podría ser- sino que sus usos se dirigirán a actividades industriales, transporte, sanitario, urbanísticos y cualquier otra en el que participen miles de sensores conectados. Las nuevas frecuencias de 5G, que ya se están probando, permitirán comunicaciones ultrafiables y de muy baja latencia. Es decir, la tecnología pondrá en juego servicios inalámbricos capaces de ofrecer velocidades de respuesta próximas a un milisegundo, frente a los 20 o 30 milisegundos de las redes de 4G.
Las frecuencias de 700 MHz serán otro cantar y todo apunta a que buscarán el mejor postor en el segundo semestre de 2019. Por lo pronto, España ya está avanzando en la adjudicación de estas cotizadísimas frecuencias que resultarán claves para el futuro 5G. Por ahora, el Ministerio que dirige Álvaro Nadal ya ha abierto una consulta pública para recabar propuestas e información con las que diseñar el plan y el calendario para autorizar el uso de la banda de estas frecuencias. Es lo que se conoce ya como el segundo dividendo digital. Como ya sucedió con el primer dividendo digital, los operadores de Televisión Digital Terrestre (TDT) tendrán que desprenderse de las frecuencias que ocupan en la banda de 700 MHz para que las puedan utilizar las compañías de telecomunicaciones. El trabajo será arduo, pero merecerá la pena convertir a España en un paraíso del 5G, como ya lo es de la fibra óptica.
Medio: Cuyo Noticias