La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil acordó una serie de medidas para incrementar el control del regulador en el proceso de recuperación judicial de Oi. El objetivo es asegurarse que el plan de recuperación judicial (PSA, por sus siglas en inglés) —que será revisado este viernes, 10 de noviembre, en Asamblea de Acreedores— no ponga en riesgo la continuidad del servicio de la compañía.

A partir de esta decisión, Oi deberá entregar el documento aprobado la semana pasada en Asamblea de Accionistas —el mismo que se debatirá este viernes en la asamblea— para que Anatel lo analice. Oi no podrá suscribir el plan hasta tanto el regulador se pronuncie. Anatel aseguró que pretende manifestarse sobre el PSA antes de la Asamblea de Acreedores de Oi. “La agencia quiere conocer cuál es el contenido de la minuta aprobada por el Consejo de Administración para que si hubiera alguna condición que sea perjudicial para los intereses de la compañía sea corregida”, planteó el presidente de Anatel, Juarez Quadros. Particularmente, Anatel revisará cláusulas cuyo contenido implique anticipación de obligaciones pecuniarias que, una vez ejecutadas, puedan afectar la operación de la empresa y la concesión.

El acuerdo también establece que Anatel puede tener un representante en las reuniones de dirección ejecutiva de Oi. La agencia, por decisión de 2016, ya acompañaba las reuniones del Consejo de Administración de la Compañía. El representan de Anatel, no tiene voto, pero podrá acceder a documentos para informar al Consejo Director de la Agencia hechos relevantes para la manutención de la concesión.

A pesar de estas decisiones para acompañar el proceso de recuperación judicial, Juarez Quadros recalcó que “no hay intención de intervención en Oi por parte de la agencia o por parte de los consejeros del órgano regulador”. Según Anatel, la empresa hoy está en condiciones de mantener la operación del servicio pero no de realizar las inversiones necesarias para mantenerse competitiva. De hecho, esa fue una de las razones para rechazar la celebración del Término de Acuerdo de Conducta (TAC), con el que Oi esperaba reducir parte de su deuda en concepto de multas del regulador.

En este marco, Reuters dio a conocer la semana pasada que China Telecom estaría dispuesta a invertir 6.000 millones de dólares para adquirir Oi Brasil. Meses atrás se había conocido que el gigante chino estaba en tratativas con un fondo de inversión TPG para tomar el control de la compañía brasileña. Sin embargo, la entrada de un inversor a Oi dependerá de que finalmente se llegue a un acuerdo para reestructurar las deudas de la compañía, luego de más de un año de proceso de recuperación judicial.