Medio: TeleSemana
El Salón Atlántico del Hotel Hilton de Buenos Aires fue el escenario de un nuevo debate sobre los cambios que produjo la llegada de OTTs y la forma correcta de regularlos sin generar efectos negativos. Aunque las discusiones en la mayoría de los países de la región aún son incipientes, representantes de Argentina, Uruguay y Paraguay coincidieron en la necesidad de reglas claras y despejaron dudas sobre el destino de los recursos que se genere por la aplicación de impuestos: el dinero debe volver al sector.
En una de las conferencias académicas de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC) participaron del panel “La regulación de la TV no lineal en América Latina” Silvana Giudici, miembro del Directorio del Ente Nacional de Comunicaciones de Argentina (Enacom); Nicolás Cendoya, uno de los tres directores de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación Audiovisual de Uruguay (Ursec) y Dora Cristaldo, directora de la Secretaria Nacional de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Paraguay (Senatics).
Al asumir Mauricio Macri la presidencia en Argentina (diciembre 2015), tomó la decisión de unificar autoridades de aplicación y desde ahí podemos hablar de convergencia, dijo Giudici aunque, aclaró, ninguna de las dos leyes vigentes —Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y Ley Argentina Digital— contempla las nuevas plataformas por lo se contempla avanzar en acciones que “miren al futuro”.
Como organismo regulador, señaló, “tenemos la obligación de proteger a la industria audiovisual pero también debemos acompañar los avances tecnológicos” y advirtió que Netflix tiene 800.000 usuarios en Argentina.
La directora de Enacom añadió que los contenidos locales son parte de la cultura de un país por lo que se analiza poner parámetros mínimos de producción local también para los OTTs, siguiendo la experiencia de Francia y Brasil, entre otros.
Giudici hizo énfasis en que el dinero que se genere a través de impuestos a los OTTs “debe volver a la industria” y es conveniente que se utilice para promover la industria audiovisual y el desarrollo de infraestructura para universalizar el acceso a Internet. En el mismo sentido se pronunció el representante del regulador uruguayo: “Quisiera que haya más fondos. En Brasil se producen 1.500 películas al año y en Uruguay una o dos”, ejemplificó.
Cendoya dijo que Ursec tiene 70 funcionarios para todas las actividades y, en países con estos recursos, los mecanismos ex ante/ex post son sumamente importantes. “Nuestra realidad es distinta a otros países. El departamento de defensa a la competencia tiene dos personas contra el ejército que tienen las trasnacionales. Ahí también hay una desigualdad”, añadió el funcionario.
El programa que más rating generó en Uruguay en el último tiempo fue uno de cocina, lo que da cuenta de “la necesidad de la gente de verse en la pantalla, algo que no pasa con Netflix”, dijo en apoyo a la producción local. “Este es uno de los puntos que hay que cuidar desde la regulación, también el tema de tributación y la protección de los niños”, agregó.
Al analizar la situación en su país, el representante de Ursec no considera que sea conveniente “hablar de regulación de Internet, sino de normas específicas que den soluciones concretas a problemas puntuales. Mientras se debate, la penetración de Netflix sobre hogar llegó al 10 por ciento en Uruguay”, destacó.
Cristaldo prefirió no meterse en temas de regulación durante el panel, en el que habló de cambios de hábitos, crecimiento de penetración de Internet mediante dispositivos móviles y de la rápida adopción y manejo de nuevas tecnologías en, principalmente, adolescentes y jóvenes. “En este contexto aún quedan cosas por hacer, el país tiene Internet lento y caro”, resaltó.
Luego, en diálogo con TeleSemana.com, consideró que “el debate de OTTs en Paraguay todavía no está instalado. Cuando suceda, creemos que hay cosas que hay que regular pero siendo prudentes para proteger a todos los sectores y los usuarios”.