Medio: La Prensa
Reportero : Roberto González Jiménez
Panamá cayó hasta el puesto 55 en el Índice de Conectividad 2016 (Networked Readiness Index), publicado ayer por el Foro Económico Mundial. Este ranking evalúa los factores, políticas e instituciones que permiten a un país aprovechar al máximo las tecnologías de la información y la comunicación para aumentar la competitividad y el bienestar.
Entre los países de la región, Panamá estaría en la cuarta posición, por detrás de Chile (38), Uruguay (43) y Costa Rica (44). Para Panamá, es el mismo puesto en la clasificación regional que en 2015, pero el año pasado la distancia con los países punteros de América Latina era menor: el país ocupaba la posición 51, Costa Rica la 49, Uruguay la 46 y Chile la 38.
Mientras que los tres primeros países de la región en el ranking han mantenido o mejorado su posición anterior, Panamá se ha dejado cuatro puestos. Se extiende una racha negativa que ha llevado al país a pasar de la posición 43 en 2014 a la 55 de este año.
El estudio analiza 10 pilares que, a su vez, están compuestos por 53 indicadores. De los 10 pilares, Panamá obtiene el peor resultado en el de ‘habilidades’ (posición 93 de los 139 países). La calidad del sistema educativo en general (94), la calidad de la educación en ciencias y matemáticas (114) y la tasa de inscripción en la educación secundaria (96) afectan negativamente la posición del país.
También es mejorable el resultado en el pilar sobre ‘ambiente regulatorio y político’ (85), especialmente lastrado por la falta de efectividad de los cuerpos legislativos (posición 117) y por la ausencia de independencia judicial (118).
Por su parte, los mejores resultados los obtiene el país en ‘accesibilidad’ (33), por las tarifas de internet y de celular, y por los niveles de competencia en el sector.
También obtiene una buena nota el ‘uso de la tecnología en los negocios’ (39), por los niveles de absorción tecnológica en las empresas, el uso de internet en las relaciones entre empresa y consumidor y la capacidad de innovación.
En lo que se refiere al uso por parte del Gobierno, Panamá ocupa la posición 60 del mundo, tres puestos por debajo del ranking de 2015, aunque cuando se valora la importancia de la tecnología de la información en la visión de gobierno, el país asciende a la posición 33.
Consultada sobre los resultados obtenidos, la Autoridad de Innovación Gubernamental dijo que continúa redoblando esfuerzos en la implementación de su estrategia de gobierno electrónico, que apunta hacia la reducción y simplificación de trámites.
Ibero Fernández, Jr., director del Centro de Excelencia en e-Gobierno e Innovación de la AIG, dijo que “Panamá apuesta convertirse en el hub tecnológico de la región, a la vez de seguir mejorando sus índices de penetración de banda ancha fija y móvil, cerrando la brecha digital en los sectores rurales y garantizando la adopción de nuevas tecnologías como ejes transversales de la innovación”.
Fernández añadió que además de ser clave para el desarrollo de sectores importantes de la economía como la logística, el turismo y el agro, el sector de las tecnologías de la información podría considerarse en sí mismo un motor de desarrollo económico de lograr consolidar una estrategia unificada para la industria, tal cual lo considera el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología desarrollado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Innovación y Tecnología.
El Foro Global publica este índice como parte del Informe Global de Tecnología de la Información. El organismo destaca que Finlandia, Suiza, Suecia, Israel, Singapur, Países Bajos y Estados Unidos son los líderes mundiales en la generación de impacto económico por inversiones en tecnologías de la información y la comunicación.
Estos países toman ventaja en un mundo que experimenta una cuarta revolución industrial, fenómeno en el que la conectividad juega un papel fundamental.
Para el Foro Económico Mundial, “la adopción de las tecnologías de la información y la comunicación, junto a un entorno propicio caracterizado por una normativa sólida, infraestructuras de calidad y un suministro constante de conocimientos, puede allanar el camino hacia unos mayores beneficios”.
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