El anuncio de que el número de apoyos se ha elevado hasta 40 llega tan solo un día después de que se comunicara que se había alcanzado la treintena de senadores, la cantidad necesaria para forzar a que tenga lugar un voto en la Cámara Alta.
“Habrá una votación”, aseguró hoy el senador Edward Markley en una comparecencia en la que también estuvo acompañado por el líder de la minoría demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer.
Schumer ya había avanzado al día siguiente de que se anunciara el plan del Gobierno que el Senado llevaría a cabo una votación para revertir la decisión adoptada por la FCC el pasado 14 de diciembre, que acababa con la regla de neutralidad en internet aprobada bajo el Gobierno de Barack Obama en 2015.
Markley comentó que el voto servirá para que los senadores definan su posición al respecto. “Habrá un precio político que pagar por aquellos que estén en el lado equivocado de la historia”, dijo.
La oposición demócrata en el Senado, donde los republicanos tienen una escueta mayoría de 51 a 49, se serviría de la Ley de Revisión del Congreso, que permite agilizar un proceso legislativo, para acabar con el plan aprobado entonces por la Comisión.
La escasa mayoría absoluta de los republicanos hace que los demócratas necesitan el apoyo de al menos dos legisladores conservadores -en el caso de que los progresistas voten en bloque a favor-, para poder sacar adelante su propuesta.
Si la norma entrara finalmente en efecto, las compañías proveedoras de internet podrían decidir qué sitios web favorecer y cuáles bloquear, sin importar el contenido de las plataformas, incluidos medios de comunicación y portales de emisión de series y películas en línea como HBO o Netflix.
La línea adoptada por la Comisión podría suponer una revolución en el modelo de negocio de internet y proclama la derogación de la fórmula de Obama, que garantizaba la red como servicio público.
El voto de la FCC contó en su día con la oposición de las dos comisionadas demócratas en la institución, donde son minoría frente a tres republicanos, liderados por el director, Ajit Pai.
La trascendencia de la acción llevó a los fiscales generales de Nueva York y el Distrito de Columbia a interponer sendas demandas contra la medida.
La Unión de Libertades Civiles (ACLU) explicó en ese momento que la decisión de la Comisión supone un riesgo de “erosión de la mayor plataforma de libertad de expresión que el mundo ha conocido nunca”, y auguró que los proveedores de internet serán ahora “mucho más agresivos en conseguir beneficios desde su rol de control”.