La telefonía y banda ancha fija en Iberoamérica y Estados Unidos tuvieron ingresos de 44,882 millones de dólares en el tercer trimestre de 2016.
El sector de telecomunicaciones fijas (telefoníay banda ancha fija) en Iberoamérica y Estados Unidos tuvo ingresos de 44,882 millones de dólares en el tercer trimestre de 2016, un aumento de 4.2% frente al mismo lapso de 2015, informó la Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica (OTI).
Sin contabilizar a Estados Unidos, en Iberoamérica se alcanzaron 11,072 millones de dólares, cifra 2.0% superior a lo obtenido en el mismo periodo de 2015, precisó en un comunicado la OTI, que reúne a las principales empresas de contenidos y de telecomunicaciones de la región iberoamericana y Estados Unidos.
La gran mayoría de los países de la región registran un incremento en los ingresos del segmento en términos anuales, destacando Argentina (39.3%), Guatemala (25.8%) y República Dominicana (20.0%).
No obstante, estos resultados no representaron un aumento significativo en el agregado regional, debido a que los mayores crecimientos se registran en países con una reducida aportación a los ingresos regionales.
De acuerdo con el reporte, la región perfila un ligero crecimiento en los ingresos por la provisión de servicios fijos.
Ello se explica por dos factores principales. Por una parte, el aumento de suscriptores de banda ancha fija que apenas es compensado por la caída en la adquisición de líneas fijas.
Por otra parte, los mayores coeficientes de crecimiento en ingresos son registrados en países con una acotada penetración de los servicios y que tienen una baja ponderación en los ingresos regionales, por lo que registran un menor efecto en el agregado latinoamericano.
A su vez, el mercado estadounidense registra una ligera recuperación en su dinamismo de ingresos al contabilizar 33,800 millones de dólares en el tercer trimestre de 2016, lo que representa un crecimiento anual de 4.9%.
Dicho crecimiento se vio apuntalado por las economías generadas por las tecnologías convergentes, el ensanchamiento de la demanda de banda ancha por el consumo de servicios de video, así como por el uso creciente de aplicaciones en hogares inteligentes y el Internet de las Cosas.