Los 256 kilobits por segundo (Kbps) que la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) fijó de velocidad funcional para la red de Internet móvil trastorna la rutina de los usuarios en telefonía pospago.
Con esa velocidad, la espera es tal que hay aplicaciones que se traban (como Waze) y contenido que nunca se despliega.
Así lo confirma un análisis elaborado por este diario y NIC Costa Rica –ente responsable de los dominios .cr y miembro de la Academia Nacional de Ciencias–, el cual halló que tal velocidad funcional casi paraliza la principal función del celular hoy: el uso de Internet.
Solo el año pasado, el consumo de datos móviles en el celular creció 63% respecto al 2015, precisa el último Índice de Redes Mundial de la empresa Cisco. De ese tráfico, 60% fueron videos reproducidos desde el celular.
Con 256 Kbps, sin embargo, el usuario se queda sin aplicaciones que actualizan información en tiempo real, si estas demandan una mejor conexión. Tampoco pueden navegar páginas con video o hacer streaming de audio. Incluso se les complica desplegar imágenes, pues se consume tanto tiempo que el recurso se vuelve inaccesible.
El intercambio de mensajes en plataformas como WhatsApp o actualizaciones en redes sociales como Facebook también se limita a textos, porque, de incluir archivos, estos ni siquiera se gestionan dependiendo del tamaño del archivo.
Ante una consulta de este diario, usuarios afectados confirmaron los hallazgos del análisis y coincidieron en que casi no pueden usar la red móvil en esas condiciones por el tiempo que pierden esperando.
“La Sala ordenó que el mínimo debe asegurar los derechos de información y comunicación. Si no se puede asegurar a todos el ejercicio de estos derechos en la red móvil, podríamos estar ante el incumplimiento de una orden de la Sala Constitucional”, Monserrath Solano, defensora de los Habitantes.
Los 256 Kbps se adoptaron luego de que la Sala Constitucional determinara que la Sutel lesionaba “derechos fundamentales” de los usuarios al delegar en los proveedores del servicio la fijación de la velocidad funcional, como parte de las políticas “de uso justo” introducidas en el 2014.
En Costa Rica, los operadores tienen la potestad de reducir a sus clientes la velocidad estipulada en el contrato cuando estos consumen una cuota de datos mensual asignada.
Según la Sutel, tal castigo alivia la supuesta congestión del servicio de Internet móvil, que la entidad atribuye al uso indebido de la red por parte de 5% de usuarios, quienes, afirma, acaparan hasta 35% del ancho de banda disponible para otros clientes.
Sin embargo, los jueces constitucionales advirtieron en su fallo de que, si la red móvil de todos modos se congestiona aun aplicando la política de “uso justo”, el problema no es de los usuarios, sino de los proveedores del servicio y de la Sutel, en la medida en que deben velar por su mejoría.
Al acatar la orden, la Sutel fijó en 256 Kbps la velocidad funcional, la misma que empresas telefónicas ya venían aplicando en sus políticas de “uso justo”. Justamente esa velocidad fue la que suscitó reclamos de usuarios afectados, que derivaron en la condena de la Sala IV.
Al justificar los 256 Kbps, la Sutel indicó en un comunicado que, “de acuerdo con los estudios técnicos realizados, dicha velocidad garantiza el funcionamiento que requieren las aplicaciones móviles más utilizadas por los usuarios en Costa Rica”.
Según su resolución 7987-SUTEL-DGC-2017, la entidad asegura que 256 Kbps es de las velocidades funcionales “más altas” para videollamadas, música por Internet, navegar sitios electrónicos, jugar en línea, mensajería con imágenes y video, e incluso ver videos en celular.
Incluso, adjunta un cuadro comparativo donde asegura que todas esas actividades pueden realizarse con rangos de velocidad entre 128 Kbps y 256 Kbps, y cita como fuente de dicho cuadro “elaboración propia”.
“No se vale meterle un diez con hueco a la Sala Constitucional y menos a los usuarios. Desde la Defensoría vemos que hay una intención constante de hacer eso en la Sutel”, aseveró Monserrath Solano, defensora de los Habitantes.
Solano recordó que hoy el acceso y la calidad de la Internet de un país marcan su desarrollo y competitividad. Costa Rica, sin embargo, tiene rezagos en cuanto a la calidad de sus conexiones móviles y fijas.
Un estudio del 2016 de la firma Open Signal, que analiza la calidad de las redes móviles, sitúo a Costa Rica en el antepenúltimo puesto (apenas por encima de Afganistán) entre 95 países analizadas con una velocidad promedio de 2,55 Mbps.
Estudios de calidad de Sutel han confirmado que las principales empresas de telefonía móvil en el mercado incumplen la velocidad de descarga de datos que pagan sus clientes.
Alguien con 256 Kbps ni siquiera obtiene esa cifra si, por ejemplo, la disponibilidad de ancho de banda donde está es insuficiente, explicó Rosalía Morales, directora ejecutiva de NIC Costa Rica.
Para Morales, los 256 Kbps suponen un golpe a la competitividad de un país donde las redes móviles ya de por sí son deficientes.
Según cree, tal velocidad es una desconexión para pequeños empresarios, comerciantes y estudiantes por parte del Estado que, más bien, “estrangula la posibilidad de un mejor desarrollo de cara a un futuro para cual no estaremos preparados”.
Además, consideró “muy bajo” la cuota máxima de 20 Gigabytes (GB) mensual que hoy se ofrece en los planes pospago que, una vez consumida, activa la reducción de velocidad.
“En otros mercados donde se aplican restricciones por velocidad, usted paga el equivalente a $10 por una tarjeta prepago y recibe de entrada entre 80 y 100 GB de datos. Aquí, en pospago, se pagan casi $100 por 20 GB al mes”, afirmó.
El uso de limitar el consumo de datos por velocidad es común en mercados móviles alrededor del mundo. La diferencia respecto a Costa Rica es que la penetración de Internet con línea fijas es más robusta y generalizada.
Los planes pospago con límite de datos ofrecen velocidades mayores (por encima de 10 Megabits por segundo), más cuota mensual de datos (usualmente el mínimo es 20 GB). Cuando se consumen, la restricción de velocidad (se conoce como data throttling) más baja suele ser de 1 Mbps.
Este es el caso, por ejemplo, de los planes de la empresa Telefónica Deutschland (Alemania). En Estados Unidos, el operador ATT sitúa la velocidad de castigo en 3 Mbps.
En Inglaterra, la mayoría de los planes pospago (desde lo más baratos) contemplan límites de 20 a 25 GB por un costo equivalente a $33 al mes (unos ¢19.000).
Medio: Nación
http://www.nacion.com/tecnologia/internet/castigo-que-baja-a-256-kbps-acceso-a-internet/VHWVYF7TXFGNXGHIB5BTLPLAX4/story/