América Latina comienza a comportarse como un mercado maduro LTE o al menos esa es la conclusión a la que podríamos llegar en base al estudio El Estado de LTE, publicado por OpenSignal. El informe analiza la performance de las redes en 12 países de la región, con principal enfoque en siete (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú).
Si bien nuestra región todavía no alcanza las cifras de disponibilidad 4G –el tiempo que un usuario está conectado a la red LTE sobre el tiempo total de conexión a la red móvil– de los países maduros (80 por ciento), la disponibilidad de la tecnología subió en la comparación interanual cerca de cinco puntos, con algunos países acercándose al 65 por ciento y otros superando ampliamente este porcentaje. En Argentina, por ejemplo, la disponibilidad de LTE se incrementó en nueve puntos, al pasar del 64,2 por ciento al 73,5 por ciento, sólo superado por México y Perú.
Según el informe global, cerca de 50 países hoy ofrecen una disponibilidad mayor al 70 por ciento, unos 28 más que en la medición realizada seis meses atrás. En tanto, 20 ofrecen el servicio un 80 por ciento del tiempo. En América Latina, ningún país ha superado todavía la marca del 80 por ciento.
Las métricas de velocidad no muestran tan buenas noticias. A pesar de los lanzamientos de LTE-Advance en varios de los mercados de la región –Chile, Puerto Rico, República Dominicana y Brasil, entre otros–, la velocidad de banda ancha LTE se mantiene estable. “El único país con un crecimiento importante en la velocidad de 4G es Costa Rica, mientras que hemos visto reducir la velocidad en Perú y Chile”, indicó el análisis de Latinoamérica de Open Signal.
Los magros resultados en velocidad no son exclusivos de América Latina, sino que también a nivel global el último reporte muestra una caída. Mientras que el informe de OpenSignal de junio reportaba unos 14 países con un promedio de 30 Mbps o superior, en la última actualización esta cifra cayó a 13. En tanto, de los 45 países que tenían una conexión superior a 20 Mbps, solo 42 se mantienen en la lista. Además, el promedio global de velocidad subió apenas de 16,2 Mbps a 16,6 Mbps en los últimos seis meses, lo que demuestra un estancamiento del crecimiento. Aún así, las métricas globales tienen mucho espacio para crecer, ya que los países más avanzados (Singapur, Corea del Sur, Noruega y Hungría) detentan una velocidad LTE cercana al los 42 Mbps.
América Latina tiene una buena performance de sus redes LTE. En México y Brasil, las velocidades de descarga superaron los 20 Mbps en los últimos testeos. En tanto, siete países tienen velocidades que superan al promedio global de 16,6 Mbps.
OpenSignal advierte que estos resultados no deben ser una señal de alarma, sino que muestra una madurez de mercado LTE, que ha incrementado la cantidad de usuarios en el último año. Solo en Latinoamérica, según cifras de GSMA, las conexiones 4G aumentaron 121 por ciento en 2016 hasta llegar a 113 millones.
A pesar de que el comportamiento de la velocidad LTE es natural, puede ser una señal de que hay que realizar algunos ajustes para no repetir la historia de la 3G y preparar la infraestructura antes de su colapso –mientras esperamos con ansias las futuras redes 5G–. OpenSignal remarca que en América Latina, los operadores “están balanceando las inversiones en red con la adquisición de clientes”, aunque advirtió que a medida que se sigan sumando usuarios a la red, las velocidades de descarga tenderán a caer.
La incorporación paulatina de espectro en 700 MHz –y 2,5 Ghz en Argentina y México– y las actualizaciones a LTE-A deberán contrarrestar esta tendencia.
Medio: TeleSemana