Prisa aún no ha recibido ninguna oferta vinculante por su 75% en Santillana. La espera continuará al menos hasta finales de abril, según su presidente, Juan Luis Cebrián.La deuda es un lastre para Prisa, al situarse en los 1.486 millones de euros a cierre de 2016. Asimismo, debe hacer frente próximamente a vencimientos por valor de 956 millones.
Santillana está considerada como la joya de la corona de Prisa, con fuerte presencia en Latinoamérica y en España, un mercado en el que podrían entrar editoras extranjeras como Pearson. No obstante, aún no se ha presentado ninguna oferta vinculante por la división de esta compañía, y habrá que esperar al menos hasta finales de abril para conocerlas. “Lo más lógico es que el cien por cien de Santillana acabe en otras manos”, ha comentado. Prisa recibió las ofertas no vinculantes “hace unas semanas” y espera las vinculantes “para finales de abril”, ha confirmado Cebrián, que no ha entrado en cifras concretas sobre el montante de esta venta, cuyo objetivo, reitera, es lograr un precio que permita resolver el problema de la deuda “en términos razonables”.
El presidente de Prisa ha mostrado su confianza en que, con la venta de Santillana, y con “algunos esfuerzos coordinados” por parte de acreedores y accionistas se pueda reducir la deuda hasta niveles “relativamente bajos”. Asimismo, no se plantea realizar más desinversiones.
Una vez vendida, aunque la operación ni mucho menos está cerrada, el negocio de Prisa se centrará en los medios de comunicación, tanto en España como en América Latina.
La estrategia, según ha manifestado Cebrián en una entrevista a Efe, pasará por “adquisiciones, fusiones y desarrollos orgánicos que ahora están limitados por la propia existencia de la deuda”.
Sobre su continuidad al frente de Prisa, Cebrián ha dicho que la mayor parte del capital respalda a la actual dirección y ha recordado que el plan de sucesión, que él mismo anunció hace un año, ya está definido, aunque no se ha aplicado aún porque antes debe cumplir el encargo de los accionistas de resolver el problema de la deuda y de dar más estabilidad a la estructura de capital.
En cuanto a los medios, “no sólo queremos mantener todo el perímetro en lo que se refiere a prensa, radio y televisión, sino incluso aumentar ese perímetro en el futuro una vez que se haya resuelto el problema de la deuda y estabilizado el capital”, por lo que no se descarta una fusión de alguna de sus cabeceras de referencia.
Cebrián ha señalado que el grupo cuenta con empresas potentes tanto en el negocio de medios como en el de educación, pero no dispone de capacidad financiera para invertir en el desarrollo de los dos. En cuanto a la reestructuración del capital, Cebrián ha dicho que la estructura actual “no permite contemplar el futuro con la estabilidad necesaria“.
Según Cebrián, Prisa tiene un free float (porcentaje del capital que se negocia libremente en Bolsa) muy reducido -en torno al 18 %- y el capital está “muy concentrado en pocas manos pero al mismo tiempo muy fragmentado“, ya que “no hay ningún grupo de referencia”.
El objetivo es contar con un “capital estable” que garantice el futuro del grupo y su “continuidad histórica y cultural” y, al mismo tiempo, con accionistas que quieran invertir a corto y medio plazo con un interés sólo financiero.
Sobre su eventual relevo al frente de Prisa, Cebrián ha dicho que algunos accionistas están generando “mucho ruido” en torno a este tema aplicando “tácticas habituales” de ese tipo de inversores, “que buscan soluciones a corto plazo para sus intereses y no parecen preocupados por soluciones a medio y largo plazo en interés del resto de los accionistas y de la compañía”.
El presidente de Prisa ha recordado que ya anunció en la Junta General de Accionistas que iba a implementar un plan de sucesión, que ya está definido por el consejo de administración, aunque aún no se ha aplicado. “Si no se ha hecho ya es porque tengo el encargo de resolver el problema de la deuda y la estructura de capital”, ha explicado.
“Hasta donde yo sé, y tengo buenas razones para saberlo, la mayoría del capital apoya a la actual dirección, independientemente de que es previsible que haya cambios en el futuro, que yo mismo anuncié hace más de un año”, ha añadido.
Cebrián se ha mostrado convencido de que habrá procesos de consolidación de grupos de comunicación tanto en Europa como en América Latina como consecuencia de la revolución digital, concentraciones que convivirán con la desaparición de empresas del sector y el nacimiento de otras, que serán nativos digitales. “Todas las revoluciones producen víctimas”, ha dicho.
Sobre la posición de Prisa en América Latina, Cebrián ha subrayado que cree “firmemente” en su futuro “económico, político y cultural”.
“América Latina tiene un bonus demográfico, una riqueza potencial formidable que no tiene Europa, y una creatividad importante”, ha señalado.
No obstante, ha precisado que Latinoamérica “no es un todo” y que “algunos países lo están haciendo mejor que otros”.
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