Medio: Razon
Reportero: Lindsay H. Esquivel
Entre 2010 y 2016 el número de usuarios de banda ancha móvil en México pasó de 2 a 48; hay 58.4 millones de usuarios
México pasó de tener dos suscripciones de banda ancha por cada 100 habitantes en 2010, a 48 por cada 100 para el 2016, que significó una caída importante de la brecha de acceso al Internet inalámbrico pero aún insuficiente comparado con las naciones desarrolladas, dijo la consultora The Social Intelligence Unit (CIU).
En un estudio reveló que entre 2010 y 2016 el número de clientes de banda ancha móvil en México incrementó en 55.7 millones de usuarios (mdu), al pasar de 2.7 millones a finales de 2010 a 58.4 millones seis años después, mientras que la población aumentó en ocho millones en ese mismo periodo, lo cual implicó un aumento en la penetración de servicios.
Para el organismo, esta dinámica también es visible en economías más avanzadas, como lo son las integrantes del Grupo de los Siete (G7), las cuales destacan por sus altos y crecientes niveles de penetración del servicio, llegando incluso a superar el 100 por ciento de penetración, como el caso de Japón que supera el 139 por ciento y Estados Unidos en 105 por ciento.
De acuerdo con The CIU, la mayor penetración del servicio de banda ancha móvil entre la población mexicana es una buena noticia; sin embargo, advirtió que la dinámica de crecimiento no puede considerarse satisfactoria, ya que se encuentra muy lejos de la observada en economías avanzadas.
Como ejemplo, la brecha en penetración entre México y el G7, que para 2010 ya superaba los 50 puntos porcentuales, se acrecentó entre 2011 y 2015. Para finales de 2016 se estimó el primer acortamiento anual de esta brecha, el cual equivalió a 69.8 puntos porcentuales.
“Los beneficios económicos y sociales derivados de una alta adopción de banda ancha son bastos y aumentan en el mismo sentido en que incrementa la penetración del servicio. La persistente brecha entre México y países con mayor nivel de desarrollo es un indicador de que no es posible disfrutarlos, al menos, en la medida en que ya lo hacen las economías que integran el G7”, lamentó el organismo.
The CIU consideró prioritario eliminar todas aquellas barreras al consumo de los servicios del Internet inalámbrico, que van desde crear las condiciones de competencia efectiva hasta impulsar políticas públicas que lleven conectividad donde el mercado no puede hacerlo e impulsar la alfabetización digital.
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