La Comisión Federal de Comunicaciones tiene programado votar este jueves para eliminar las protecciones al consumidor que conciernen a los proveedores de servicios de Internet (Getty Images). (Getty Images)
El jueves es el día en que la administración Trump revocará las normas del expresidente Obama que protegen a los consumidores de las codiciosas empresas de telecomunicaciones que manipulan el acceso a internet y sus precios.
Obtuve un adelanto de lo que ocurrirá durante el fin de semana ya que mi factura de Spectrum se incrementó un 20%; me encontré así con la política de “tómalo o déjalo” impuesta por el propietario de Spectrum, Charter Communications, que adquirió Time Warner Cable el año último.
Se espera que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), controlada por los republicanos, vote esta semana para poner fin a la neutralidad de la red. Se trata de la política que garantiza que los proveedores de banda ancha, como las compañías telefónicas y de cable, no puedan dar un trato preferencial a nadie -por ejemplo, a su propio servicio de transmisión de video por sobre Netflix-.
La administración Obama aprobó en 2015 normas que prohíben a las empresas de servicios de internet interferir con el contenido que fluye a través de sus redes o cobrar extra por un acceso más confiable.
El designado del presidente Trump como líder de la FCC, Ajit Pai, argumenta que esas reglas han “deprimido la inversión en la construcción y expansión de redes de banda ancha”.
No ha sido así. Lo que han deprimido es la capacidad de las compañías de telecomunicaciones para desplumar a los clientes de internet de banda ancha que cortaron los costosos paquetes de televisión de pago y optaron por los servicios de transmisión de video.
Afortunadamente para la industria, pero no tanto para los consumidores, eso está a punto de cambiar.
Mi encuentro con Spectrum sugiere lo que está por venir. La última factura de la compañía mostraba que mi acceso a internet había aumentado un 20% a medida que la última “oferta promocional” de 12 meses llegaba a su fin.
Al igual que muchos clientes de cable, me he acostumbrado a esa danza anual con los representantes del servicio: mi factura sube, llamo para decir que cancelo mi servicio, me ofrecen un nuevo trato.
Fui advertido por conocedores de Time Warner Cable después de la adquisición por parte de Charter de que los nuevos propietarios guardarían sus zapatos de baile: no habría más regateo. Los precios subirían y se les diría a los clientes que aguanten el castigo.
Charter puede salirse con la suya porque tiene poca competencia. Rivales como AT&T y Frontier Communications no están disponibles en todos los vecindarios, y a muchos consumidores les resulta demasiado complicado cambiar de proveedor.
Un representante de Spectrum me dijo que no tenía nuevos descuentos promocionales. Si quería mantener el servicio, afirmó, debería soportar este aumento de precios.
Recurrí a Twitter para expresar mi queja. Un representante de Spectrum rápidamente respondió que la compañía lamentaba mi molestia y que debía enviar un mensaje con mi número de teléfono para que pudieran arreglar las cosas.
Después de hacerlo, el representante afirmó mediante un mensaje directo que no había nada que hacer, lo cual sugiere que el tuit anterior era sólo un show, una puesta para que Spectrum luzca en las redes sociales como una empresa a quien le importan sus clientes.
Esto es lo que hace tan ofensivo el tema: ninguna compañía de telecomunicaciones ofrece servicios a pérdida. Esas “ofertas promocionales” siguen siendo rentables.
Simplemente no son lo suficientemente rentables para los ejecutivos cuyas bonificaciones dependen de mostrar a los accionistas un crecimiento constante de los ingresos.
Según la FCC, que está a punto de confundirnos con su voto de neutralidad de la red, los aumentos de precios del cable han superado la inflación cada año desde 1995. Cada año desde entonces.
Le pregunté a Dennis Johnson, portavoz de Spectrum, si la política oficial de Charter no ofrece descuentos para retener clientes. También consulté si la firma pierde dinero con sus tarifas promocionales y, de no ser así, cómo justifica los fuertes incrementos de precios. Johnson se negó a responder todas esas preguntas y, en cambio, mediante un comunicado declaró que “ofrecemos promociones a nuevos clientes para que puedan probar los servicios de Spectrum a un precio con descuento durante un período específico, y luego decidir qué paquete de valor regular coincide con sus intereses y presupuesto”. También añadió que “los consumidores han adoptado nuestro enfoque orientado al cliente”.
Quizás los consumidores quieran decirle a Spectrum lo que realmente piensan sobre el enfoque amigable de la compañía de sus usuarios. Si lo desea, puede enviar un correo electrónico al director ejecutivo de Charter, Tom Rutledge: [email protected].
Tarifas de teléfono
Hablando de facturas de telecomunicaciones, Barbara Lee, una residente de Virginia, relata que recientemente cambió de Comcast a Verizon porque su factura seguía aumentando.
“Imagínese mi sorpresa cuando recibí la primera factura de Verizon y noté ‘Recargos y tarifas de Verizon’ por un total de $12.40”, me dijo, y agregó que un representante de servicios de Verizon no pudo explicarle claramente por qué enfrentaba casi $150 dólares por año en tarifas adicionales.
“¿Son legítimos estos cargos?”, preguntó. “¿Hay algo que pueda hacer para que se reduzcan o se eliminen de mi factura?”.
Es comprensible que Lee se rascara la cabeza por el “Cargo de recuperación de costos del operador” de su factura ($1,38) y su “Cargo por línea de abonado federal” ($7), entre otros.
Lo que los consumidores deben entender es que algunas tarifas son exigidas por las autoridades gubernamentales. Es por eso que se paga una tarifa por el servicio 911 y un impuesto especial federal.
Otros honorarios están enteramente a discreción de la compañía telefónica o de cable, lo cual significa que no tienen que cobrarlos, pero los reguladores les permiten hacerlo. Por supuesto que entonces lo hacen.
Tomemos por ejemplo el “cargo de recuperación de costos del operador”. Se trata de una jerga que suena engañosamente oficial para una compañía telefónica que le transfiere algunos de sus costos de hacer negocios.
Verizon, por ejemplo, señala que su cargo cubre “administrar y cumplir con los programas del gobierno”, lo cual es, por supuesto, algo que la compañía tendría que hacer bajo toda circunstancia.
AT&T sostiene que su cargo de recuperación de costos del operador le permite a la compañía proporcionar “servicio de larga distancia internacional y de estado a estado”, que es una especie de definición de ser una compañía telefónica
Y la empresa factura por separado esos servicios, por lo cual éste es un caso clásico de cobro doble.
¿Se puede reducir o eliminar esos cargos falsos de las facturas? Respuesta corta: No.
Estas son tarifas opcionales por parte de las compañías telefónicas, pero no son negociables para los clientes. Si se niega a pagarlos, corre el riesgo de que le desconecten el servicio.
Medio: Hoy LA www.hoylosangeles.com/latimesespanol/hoyla-lat-preparese-su-factura-de-internet-esta-a-punto-de-aumentar-gracias-al-gobierno-de-trump-20171213-story.html