En el marco del Día Internacional de la Reducción de Desastres, que se celebró el pasado viernes 13 de octubre, en la Conferencia Mundial de Desarrollo de Telecomunicaciones se convocó a un panel interdisciplinario para concientizar sobre el uso de las telecomunicaciones en situaciones en catástrofes.
El asesor del Ministerio de Comunicaciones de Japón, Hideo Imanaka, compartió la experiencia del terremoto de Japón de 2011 donde a poco de comenzado el desastre natural tuvieron severos problemas de comunicación: “Muchas víctimas no podían usar sus teléfonos celulares por la congestión en la red celular”, explicó.
“La tecnología de telecomunicaciones juega un papel fundamental en todas las fases de la gestión de desastres. El foco debe ponerse en el alivio de desastres y en asegurar el funcionamiento de las redes y la recuperación de información clave”, agregó.
Según datos de la división de investigación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) presentado por Vanessa Gray, senior analyst de UIT, en 2016 más de 445 millones de personas fueron afectadas por desastres en todo el mundo, llevando a 26 millones a la pobreza y alcanzando un costo para la economía global de 250.000 millones de dólares. Con todos los acontecimientos recientes, se estima que el impacto de desastres crecerá este año.
“El trabajo desde las telecomunicaciones en estos casos comienza mucho antes, con el seguimiento de los huracanes, haciendo predicciones del impacto, generando alertas para las comunidades, y facilitando información que pueda salvar vidas“, afirmó Gray.
La UIT ayuda a prepararse ante un desastre, creando alertas tempranas para salvar vidas usando la tecnología. Desde 2004, el organismo respondió ante más de 40 desastres en todo el mundo, y colaboró con los gobiernos para mitigar el impacto del cambio climático.
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