Los ingresos de telecomunicaciones de Brasil pasarán de 38.000 millones de dólares a 45.760 millones de dólares, un 20,4 por ciento más en seis años. La facturación del segmento de banda ancha fija tendrá un crecimiento acumulado compuesto (CAGR) de 8,1 por ciento, el de TV paga un 4,4 por ciento y el de telefonía móvil un 4,1 por ciento. Solo caerá la telefonía fija, con un acumulado estimado de 5,9 por ciento negativo por año acumulado hasta 2022. Las cifras surgen de un reciente estudio publicado por Frost & Sullivan.
La incertidumbre económica, la carga tributaria, el acortamiento de los ciclos tecnológicos y la reducción de la rentabilidad son aspectos que afectan el crecimiento del mercado brasileño, dice el estudio, que aclara que las oportunidades también llegarán de la mano de los servicios no tradicionales, como el Big Data Analytics y el Internet de las Cosas (IoT). Los ingresos de voz, por ejemplo, continuarán cayendo mientras que los servicios de valor agregado crecerán 16,3 por ciento por año impulsado por el incremento en el uso de datos móviles.
A pesar de los buenos pronósticos en 2016, la crisis afectó severamente el mercado, advirtió el estudio, particularmente a la TV paga, en el que la recuperación de la inversión es menos rápida, “los operadores satelitales se volvieron más estrictos con el análisis de créditos para nuevos suscriptores y, en paralelo, se enfrentaron a la desconexión de familias que redujeron su gasto doméstico, lo que bajó la base de clientes e ingresos”.
Según datos de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), la base de suscriptores de televisión paga cayó 1,4 por ciento interanual hasta 18,64 millones en mayo de 2017 en una tendencia que se mantiene hace más de dos años. A la baja en abonados se agrega la reducción en ingresos y la mayor competencia de proveedores de servicios OTT, que serán la mayor amenaza para el servicio, de acuerdo al informe.
Medio: TeleSemana